Negra es el nombre musulmán de la ciudad de Blanca. Ésa que dormita a los pies del castillo en calles tortuosas y muros maltrechos por el paso de los siglos. Y Negra es el nombre de la iniciativa auspiciada por Pedro Cano y el Ayuntamiento de Blanca que pretende recuperar esos orígenes. Y del centro para artistas y artesanos que vuelve a llenar de vida esa zona semiabandonada.
«Pero la ciudad no cuenta su pasado, lo contiene como las líneas de una mano, escrito en las esquinas de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrallos, en las astas de las banderas, en cada segmento surcado a su vez por arañazos, muescas, incisiones,…» (Las ciudades invisibles, Ítalo Calvino)
El proceso es fácil de explicar, y complejo de acometer: limpiar, eliminar los añadidos, recuperar lo antiguo, y añadirle lo mínimo para convertirlo en habitable.
