En pleno proceso de construcción del Centro para Artistas y Artesanos se detecta que quedan cuatro pequeñas casas derruidas encajadas entre el Centro, la peña y la casa y el taller de Pedro Cano.
Para terminar de completar la oferta de Negra faltaba dotarlo de pequeños espacios privados que pudieran funcionar como viviendas temporales en caso de cursos, encuentros,… o como talleres individuales para artistas y artesanos que quisieran trabajar en ese entorno de forma más permanente que en los talleres comunes del Centro.
El resultado es un almacén general y cuatro unidades dotadas de pequeña cocina, sofá-cama, mesa con sillas, y un pequeño baño, susceptibles de ser usadas como alojamiento temporal o como taller de trabajo individual.